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La Relajación

 

Lo primero que se le enseña a una persona que se inicia en cualquiera de las actividades que enseñamos en nuestra Asociación es, ni más ni menos, que la relajación; Sin ella es imposible sacar un resultado óptimo en el desarrollo de cualquiera de las técnicas que aquí enseñamos. Al ser una Escuela basada en la práctica, conocimiento, estudio y desarrollo de las artes marciales taoístas, es imprescindible y está totalmente unida a ellas, el conocimiento y la puesta en práctica de la relajación corporal. Tanto en la Meditación Taoista como en el Tai Chi Chuan, el Kung fu y el Chi Kung, la relajación es el principal fundamento, desde el cual se empieza el cultivo del espíritu, de la energía y de la vitalidad del practicante. 
Sabido esto, comprenderemos más fácilmente, porqué, en las actividades realizadas en nuestra Escuela ponemos tanto empeño en ella. 

Por ejemplo: Si uno intenta centrarse en un punto y su respiración esta agitada, mientras no haya un cambio en esa respiración será imposible pretender concentrarse en algo fijo, de igual manera, si uno llega de la calle a la escuela y empieza una clase de Tai Chi Chuan, necesita primero regular su respiración, pues, si está agitado o nervioso, prácticamente su atención será nula y su tensión hará que no sea capaz de sentir como la energía fluye por su cuerpo. Y así con cualquier técnica, sea de Kung Fu, de Chi Kung o de Meditación. 
De la misma manera aplicado a la vida diaria, es igual, si uno no está relajado será más fácil que tenga que repetir alguna cosa por su falta de atención en lo que esta haciendo. 
En definitiva, la relajación debería ser un estado natural de actuación ante cualquier cosa que hacemos en la vida y no una técnica aprendida en una clase de relajación. Cuando uno va ha hacer un examen se le aconseja que se relaje, cuando está conduciendo lo mismo, cuando conoce a una persona o cuando uno empieza en un nuevo trabajo, es el principal consejo, y en la mayoría de los casos se convierte en una carga más a realizar y nos complicamos la vida llenándonos de tensiones. 

La técnica no es tan difícil, uno se para, inspira profundamente por la nariz y exhala de forma lenta y suave por la boca, esto lo repite dos o tres veces y seguro que algo en nuestro interior ha cambiado. Por supuesto uno tiene que querer conseguirlo, uno debe buscar esa relajación, por que sino seguirá en ese estado de tensión. Ánimo.

 

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