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La Suerte

 

CUENTO TAOÍSTA 

En una pequeña aldea vivía un hombre, sus vecinos lo consideraban afortunado porque tenia un caballo que utilizaba para labrar y transportar la cosecha. Pero un dia el caballo se escapó, cuando sus vecinos supieron la noticia fueron a consolarlo por la pérdida, al tiempo que le decían: "¡Qué mala suerte has tenido!” 
La respuesta del granjero fue un sencillo "puede ser". 

Pocos días después el caballo regresó acompañado de dos yeguas salvajes que había encontrado en las montañas. 

Enterados los aldeanos acudieron de nuevo, esta vez a darle la enhorabuena y comentarle su buena suerte, a lo que él volvió a contestar: "puede ser". 

A los pocos días, el hijo del granjero trató de domar a una de las yeguas, pero está lo arrojó al suelo y el joven se rompió una pierna. Los vecinos visitaron al herido y lamentaron su mala suerte; pero el padre respondió otra vez: "puede ser". 

Una semana más tarde aparecieron en el pueblo los oficiales de reclutamiento para llevarse a los jóvenes al ejército. El hijo del granjero fue rechazado por tener la pierna rota. Al atardecer, los aldeanos que habían despedido a sus hijos se reunieron en la taberna y comentaron la buena estrella del granjero, más este, como podemos imaginar, contesto nuevamente: "puede ser".

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